Ilustrador: Jorge Villacorta Santamato
Teléfono: (51-1) 4514334
e-mail: JORGEVILLACORTA1@gmail.com
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Tamaño: A4 (210x297 cms.)
Técnica: Lapiz y Plumón Negro Sobre Papel Blanco
Técnica: Lapiz y Plumón Negro Sobre Papel Blanco
Mmmm... . Interesante. Muy interesante. La ilustración de un concepto.
El hombre que duda es un hombre de un sola pieza, una pieza cuyas partes actúan en direcciones distintas, sin objetivo coordinado. Así, permanece estacionario y decadente en un mundo de cambios.
El hombre que duda es el hombre que mira hacia lados opuestos a la vez.
El hombre que duda intenta caminar en direcciones enfrentadas ya de una vez, en este instante.
El hombre que duda queda de pie, inerte, con los brazos caídos y mirada de zombie mientras su espíritu pretende conducirlo por caminos que se alejan entre sí.
El hombre que duda es un materialista dialéctico, literalmente.
La mejor manera de paralizar a un ser humano es hacerlo dudar. Plantar en él la inseguridad sobre su propia habilidad para escoger un destino.
A nivel formal, la obra que apreciamos y que está a disposición de quien se apasione por ella a un precio simbólico,utiliza equívocas visuales para expresar su idea.
Vista de frente, la figura muestra a un ser con los brazos caídos y las piernas dobladas o abiertas en direcciones opuestas (si nos fijamos en la cabeza central). Las dos cabezas adicionales son las intenciones contradictorias.
Vista parcialmente a izquierda o derecha, la cabeza de perfil y el brazo de perfil y la pierna de perfil modelan al sujeto que se desplaza hacia algún objetivo. El que ambos seres laterales compartan un brazo y una pierna central aporta un toque siniestro a la agobiante idea general que se oculta tras la imagen.
Una gran obra por un gran artista.
El hombre que duda es un hombre de un sola pieza, una pieza cuyas partes actúan en direcciones distintas, sin objetivo coordinado. Así, permanece estacionario y decadente en un mundo de cambios.
El hombre que duda es el hombre que mira hacia lados opuestos a la vez.
El hombre que duda intenta caminar en direcciones enfrentadas ya de una vez, en este instante.
El hombre que duda queda de pie, inerte, con los brazos caídos y mirada de zombie mientras su espíritu pretende conducirlo por caminos que se alejan entre sí.
El hombre que duda es un materialista dialéctico, literalmente.
La mejor manera de paralizar a un ser humano es hacerlo dudar. Plantar en él la inseguridad sobre su propia habilidad para escoger un destino.
A nivel formal, la obra que apreciamos y que está a disposición de quien se apasione por ella a un precio simbólico,utiliza equívocas visuales para expresar su idea.
Vista de frente, la figura muestra a un ser con los brazos caídos y las piernas dobladas o abiertas en direcciones opuestas (si nos fijamos en la cabeza central). Las dos cabezas adicionales son las intenciones contradictorias.
Vista parcialmente a izquierda o derecha, la cabeza de perfil y el brazo de perfil y la pierna de perfil modelan al sujeto que se desplaza hacia algún objetivo. El que ambos seres laterales compartan un brazo y una pierna central aporta un toque siniestro a la agobiante idea general que se oculta tras la imagen.
Una gran obra por un gran artista.
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