sábado, 17 de octubre de 2009

CRITICA 124: "Sonriente".

Ilustrador: Jorge Villacorta Santamato

Tamaño: A4 (210x297 cms.)
Técnica: Lápiz Sobre Papel Blanco

En esta oportunidad examinamos una obra extraordinaria de un genio del dibujo como soy yo. Dejando de lado mi muy conocida humildad, resalto que para ilustrar una gran sonrisa, lo adecuado es utilizar como modelo a un persona sonriente. Si, adicionalmente, esta persona presenta cualidades espirituales elevadas, la calidad de su discurso no verbal proporciona gran calidad moral a la obra pues se refleja en la imagen.

En este caso, la autoconciencia de la pose otorga a la modelo una actitud que entusiasma (al ilustrador cuando menos), por cuanto tal actitud es el autoreconocimiento del propio protagonismo de nuestra vida como individuos en una comunidad. La comunidad nos otorga la capacidad de dar testimonio del Ser, de nuestra Alma Inmortal, de Dios, en cuanto ocupamos posiciones particulares en la sociedad y poseemos la capacidad de trascender esta unicidad al mostrar la grandeza de nuestros sentimientos, de nuestra capacidad de imaginar y representar, de mejorarnos moralmente a cada instante, de trabajar con mayor eficiencia. La modelo se deleita en su propia fuerza representativa: se sabe protagonista y goza de este poder divino que se nos concede como gran gracia y por la cual hemos de estar agradecidos.

Una persona como la representada aparenta la capacidad de poder cargar un perico blanco con el brazo derecho con toda naturalidad. Y lo menciono porque la sonrisa del perico sería muy inspiradora, también (qué perico tan afortunado). Respecto de la técnica, indico que es cumplidora y logra reflejar los rasgos faciales y detalles que otorgan vivacidad al retrato. Hay un cierto alargamiento del cráneo que es simpático, pese a la exageración. Las líneas intentan definir las formas al máximo y el efecto está bien, logra su objetivo. Los diversos compenentes del retrato se diferencian y se complementan.

Termino este comentario felicitándome calurosamente por la excelente elección de la modelo y me dirijo algunas palabras de estímulo por cuanto el camino del realismo me presenta grandes posibilidades como medio de expresión: ¡adelante genio! (y gracias a la modelo por compartir su efigie con los degustadores de obras de arte exquisitas como nosotros) [siempre escribo sobre mí mismo en plural para mostrar mi importancia deslumbrante].

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