martes, 13 de octubre de 2009

CRITICA 123: "Admiradora De Badman Lo Contempla".

Ilustrador: Jorge Villacorta Santamato
Tamaño: A4 (210x297 cms.)
Técnica: Lápiz, Lapicero Negro y Plumón Negro Sobre Papel Blanco

Asistimos a la creación de una de la obras más importantes del siglo XXI. El autor es absolutamente genial. Y esto lo afirmo al margen de ser, yo mismo, el autor. Con la objetividad que me caracteriza establezco que el elemento fundamental de esta obra es la modelo: cuando se tiene al frente a una mujer de fuerte consistencia moral, de arrolladora personalidad, de carisma destellante, de ingenio sobresaliente, de creatividad privilegiada... el resultado es magistral (y si afirmo otra cosa corro el riesgo de que me pegue).

Es evidente que el artista, en este retrato, intenta captar los aspectos materiales que caracterizan un estado espiritual elevado: la miradita soñadora, la sonrisa amplia, la cabeza ladeada... en fin, la actitud de devoción clásica en toda admiradora declarada (y no declarada) de BADMAN, el muy famoso (todos mis soldaditos de plástico lo conocen) personaje de historieta que dibujo yo con tanta habilidad y modestia sosegada, con humildad extrema, propia de un creador de mi refinamiento tan cultivado.

El cabello, absolutamente vibrante e indicador de un ego poderoso (debe haberle tomado mucho cuidado a la peluquera realizar esa obra de arte) es el marco perfecto para un rostro firmemente definido mediante líneas claras, que se atreven a establecer los rebordes de la mandíbula, los pliegues entre el mentón y la boca, los rededores de los ojos y la nariz. Siempre existe el riesgo de establecer un contraste tan profundo, sobre la superficie de la piel del rostro, que sea tan intenso como la boca o los labios o los ojos e impida el goce de la imagen como reproducción de la experiencia visual directa.

Encuentro absolutamente fascinante el carácter ideológico del estilo de la representación: las sombras duras, pesadas, solamente se ven reducidas por el uso del lapicero al entintar el dibujo, ya que la punta fina permite sortear el grosor del trazo del artista. Tengo que resaltar que este grosor natural de las líneas del artista es ya de por sí, un discurso político en cuanto recrea un mundo fantasmagórico, tétrico, hasta depresivo. Comprendemos, sin embargo, que puede ser consecuencia del deseo de dotar de profundidad a la imagen y así brindarle la ilusión de realidad (Leonardo Da Vinci pasó por lo mismo).

También hay que felicitar a BADMAN por generar esa reacción en sus abundantes admiradoras. Ya habra ocasión de retratar a alguna de sus seguidoras atractivas con un loro sobre la cabeza (un detalle fundamental para otorgar significado a la obra).

Felicito al ilustrador por su nuevo logro y espero que siga utilizando su talento para beneplácito de todos su admiradores. Esperamos sus nuevas producciones.

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